Son pocos años los que lleva en funcionamiento esta nueva zona verde de Salamanca y parte de ella se encuentra totalmente abandonada. Tal vez el motivo de este abandono sean las próximas obras del hospital que podrían afectar a este espacio, pero aun así esto no sería justificación, pues no tendría sentido dilapidar una cantidad bastante generosa de fondos europeos para construir un parque que jamás va a ser utilizado.
La zona de la que os hablamos es la señalada en rojo en la imagen aérea (prácticamente medio parque)
Recordemos que el Ayuntamiento de Salamanca invirtió alrededor de seis millones de euros en este proyecto, gran parte de ellos provenientes de Europa. Llamadme raro, pero no le encuentro mucho sentido, ni lo considero propio de unos gobernantes serios el permitirse la frivolidad de tirar a la basura unos fondos tan necesarios y que tan bien le habrían venido a esta ciudad de haberse invertido con un mínimo de cabeza (Eso es pedir mucho)
Tras abandonar la "zona cuidada" del jardín botánico, nos encontramos con un lugar que parece haber sufrido un ataque nuclear. Este es el cartel que nos dá la bienvenida:
Estos son los escombros fruto de las obras de un colector. Por supuesto, nadie los ha recogido.
Los letreros que deberían darnos información sobre las especies plantadas en el jardín, apenas sobreviven.
Los letreros que deberían darnos información sobre las especies plantadas en el jardín, apenas sobreviven.
Aquí uno de estos soportes, arrancado y tirado entre ramajos y escombros.
Hay zonas del parque que se han quemado y algunos árboles han resultado afectados. Los restos aún son visibles.
Hay zonas del parque que se han quemado y algunos árboles han resultado afectados. Los restos aún son visibles.
Parterres, jardineras y caminos casi se confunden. El aspecto es más que bochornoso.
Las conducciones de un riego por goteo que nunca llegó a funcionar están arrancadas y tiradas entre la paja.
Las escaleras de acceso al parque están totalmente destrozadas. La maleza alcanza una altura similar a la de los restos de los árboles que se plantaron y nunca se cuidaron.
Nadie se encarga de la más mínima labor de mantenimiento. Las malas hierbas se han adueñado del espacio. Luego nos extrañamos de que se produzcan incendios...
Por supuesto; la suciedad es la dueña del parque. Las pocas papeleras que quedan en pie nunca se recogen.
Así está medio parque de Huerta Otea. Es muy sencillo gestionar y tirar un dinero que no es tuyo, sobre todo si sabes que una gran mayoría de salmantinos te van a seguir apoyando en las urnas cada cuatro años independientemente de todo esto. Podrían quemar la catedral; hordas de fans de Lanzarote lo justificarían de alguna manera. ¿Cuándo vamos a buscar la crítica constructiva y cierta independencia? Igual de triste es la postura de la oposición en el ayuntamiento, que ante temas como éste permanecen callados como si no fuera con ellos, o sus quejas quedan en un simple comunicado de prensa con una intención más publicitaria que la de resolver el problema.
Las conducciones de un riego por goteo que nunca llegó a funcionar están arrancadas y tiradas entre la paja.
Las escaleras de acceso al parque están totalmente destrozadas. La maleza alcanza una altura similar a la de los restos de los árboles que se plantaron y nunca se cuidaron.
Nadie se encarga de la más mínima labor de mantenimiento. Las malas hierbas se han adueñado del espacio. Luego nos extrañamos de que se produzcan incendios...
Por supuesto; la suciedad es la dueña del parque. Las pocas papeleras que quedan en pie nunca se recogen.
Así está medio parque de Huerta Otea. Es muy sencillo gestionar y tirar un dinero que no es tuyo, sobre todo si sabes que una gran mayoría de salmantinos te van a seguir apoyando en las urnas cada cuatro años independientemente de todo esto. Podrían quemar la catedral; hordas de fans de Lanzarote lo justificarían de alguna manera. ¿Cuándo vamos a buscar la crítica constructiva y cierta independencia? Igual de triste es la postura de la oposición en el ayuntamiento, que ante temas como éste permanecen callados como si no fuera con ellos, o sus quejas quedan en un simple comunicado de prensa con una intención más publicitaria que la de resolver el problema.
Que alguien me lo explique. A mí se me cae el alma a los pies cada vez que veo algo así: Parques abandonados, árboles talados para colocar vallas de publicidad en zonas verdes, calles cada vez más sucias, baldosas que se sustituyen por hormigón en las calles principales del centro, contenedores gigantes en la puerta de la catedral nueva, en la Calle Compañía, a los pies de la Casa de las Conchas... ¿Se han vuelto locos?