domingo, 8 de agosto de 2010

Nuestros complejos

Son muchas las quejas que se escuchan todos los años en la ciudad cuando llega septiembre y las fiestas patronales. Defensores y detractores de las casetas se ponen en pie de guerra y lanzan sus proclamas. Unos hablan de "botellón institucionalizado" (y no les falta razón) otros muestran su malestar por el daño que sufre el patrimonio monumental (y también llevan parte de razón) otros defienden la fiesta y el derecho a divertirse, comer, hacer ruido y beber alcohol en la calle al menos una vez al año (algo igual de respetable) y otros simplemente se dedican a disfrutar de la feria.
El caso es que me gustaría hablar de todos esos chiringuitos, escenarios, andamios y montajes efímeros que irrumpen cada año en las inmediaciones de nuestro centro histórico y que son motivo de polémica. Uno piensa lo fastidioso que debe de ser para el turista encontrarse con una tarima frente a la fachada de la Plaza Mayor o ver la Calle Compañía llena de casetas. Estamos convencidos de que todo esto sería impensable en la civilizada y silenciosa Centroeuropa y mucho menos en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Recién llegado a España he decidido compartir con vosotros algunas imágenes de la ciudad Belga de Gante, una maravilla arquitectónica cuyo campanario fue declarado Patrimonio de la Humanidad, una ciudad de la que me habían hablado maravillas y a la que llegaba con la sana intención de quedarme embobado ante la belleza de sus edificios frente al canal y sufrir algo parecido al Síndrome de Stendhal contemplando la sucesión de torres desde uno de sus puentes. Esperaba encontrarme algo parecido a esto:


Pues bien, al llegar lo que había era algo muy diferente:

Ahí estaba; un canal resacoso lleno de desperdicios y de restos de la fiesta de la noche anterior. Fachadas tapadas por carpas de varias plantas, enormes banderas de publicidad, mingitorios portátiles de colores, casetas, andamios, focos, lonas cubriendo edificios, chiringuitos sobre plataformas flotantes adornados con palmeras.... Aquello no podía ser verdad.


La fachada principal de la catedral presentaba esta imagen: Asqueroso y obsceno. Enormes banderas de coca-cola y una cerveza local coronando andamios prácticamente apoyados en el edificio.
Mis ansias por ver todas esas torres desde el puente quedaron convertidas en una gran decepción: Andamios, casetas de obra, contenedores por todas partes, basura en el suelo, enormes lonas de publicidad...


El antiguo edificio de correos, después convertido en centro comercial para años más tarde ser abandonado permanecía mugriento y aún colgaba de su preciosa fachada el letrero de una cadena española de ropa que daba asquete verlo. A sus pies más remolques, desperdicios, banderines y barras de bar cada una de su padre y de su madre.


Sobre la fachada lateral de la Catedral, totalmente ennegrecida, se apoyaban vallas de las obras cercanas, contenedores, armarios de registro y cables eléctricos que atravesaban sin ningún tipo de pudor por el centro de los ventanales



Esta es la imagen que me he llevado de una de las principales ciudades belgas, la de un lugar pueblerino e irrespetuoso con su patrimonio monumental. El considerar inimaginable esas banderolas de coca-cola tapando la rana de la fachada de la Universidad ha hecho que destierre parte de esos complejos de inferioridad que parecemos arrastrar los salmantinos. Creo que en nuestra ciudad sabemos divertirnos de una manera más cívica y somos mucho más conscientes de la importancia de nuestro casco histórico, mucho más de lo que creemos.
Me parece maravilloso que haya asociaciones que se preocupen de velar por el buen estado de nuestro patrimonio y que cada septiembre pueda mostrar a los que nos visitan una ciudad que a la vez que se divierte es crítica con los excesos y no permite las barbaridades que acabamos de ver. Todo esto en un rinconcito de la Europa más pobre y subdesarrollada.

10 comentarios:

  1. Muy irónico... y muy acertado ;)

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  2. Es un poco de demagogia. La foto de Salamanca es de noche, con las casetas llenas de gente y las de Bélgica es de día (seguramente de mañana) con sus preparativos. ¿Por qué no nos lo has mostrado al revés?

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  4. lamento que no hayas podido sacar unas bellas imágenes de tu escapada por tierras belgas, ponte en el lugar de los belgas que vienen a Salamanca en septiembre y se llevan de vuelta imágenes parecidas por la Feria de Día o el escenario en la Plaza.

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  5. Esto de las fiestas patronales pasa en todas partes, parece que no sabemos divertirnos sin necesidad de llenarlo todo de basura y destrozar las cosas, es triste pero es así, que pase también en ciudades europeas no es que sea un gran consuelo. :(

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  6. Un poco demagógico, no? Aquí no tapamos los Dominicos con una pancarta de cocacola, pero sí que la llenamos de humos grasientos de las casetas, de pan (festín para las palomas, ya pueden prohibir el arroz en las bodas...), de orines (ni un solo urinario...). No creo que un belga en Salamanca estos días lo pase mejor que tú en Gante...

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  7. Una cosa es tapar la fachada de una catedral con el cartel de coca-cola, y otra muy distinta poner una caseta a 40 (o mas) metros de los dominicos, que vamos, segun lo estas diciendo, parece que las casetas las ponen debajo del portalon. Eso sin contar con que aqui las casetas se cierran cuando cesa la actividad, y no se quedan como carpas hechas jirones y con resultado semiapocaliptico.
    En mi opinion sacamos las cosas fuera del tiesto.

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  8. Os habéis fijado cómo hacen INHABITABLE la ciudad las casetas. Los viejecitos de la Alamedilla y otras zonas verdes, sin bancos, y éstos dedicados al descanso de los barriles de cerveza. Por las calles no se pueden transitar ya que ponen mesa altas y sombrillas. Los vecinos (y otros) escuchando música 12 horas al día. Y los niños rodeados de alcohólicos. Salamanca no parece la misma, y para mal.

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  9. Pero bueno, me parece increible.
    A los enemigos de los ataques contra el Patrimonio Salmantino:
    ¿Ustedes han visto, la pared de la Clerecía, las marcas de afilar navajas que tienen en ese lienzo de la iglesia? ¿han visto ustedes las mismas marcas en la calle Obispo Jarrin en el lienzo de la iglesia? que les quiero decir con esto. NO SOMOS NINGUNOS VANDALOS, como tampoco lo fueron nuestros antepasados por afilar sus navajas en esos sitios.
    Hacemos USO y DISFRUTE de la ciudad, cada uno a su manera. Y le pese a quien le pese, en fiestas en cualquier lugar habitado, hay jaleo. Ya se intenta que haya el menor posible, pero hay jaleo. Y al que no le guste, que se vaya del pueblo, que decia Gila. Que ya está uno más que harto de que cuatro acaben con el disfrute todos: tocaron las narices con las casetas de la feria del libro, ¡hala, casetas a la Alamedilla!, tocaron las narices con los conciertos y la piedra ¡hala conciertos desterrados de la plaza mayor por unos años! con el coste que conlleva, y asi sucesivamente.
    Quiero Salamanca, mas que nada en el mundo, por haber vivido fuera y no poder disfrutarla como me gustaría, pero dejen de tocar las narices y sino les gusta lo que decide la mayoria(FERIAS de dia, beber en calle y demás) VAYANSE DE UNA VEZ y dejen a la mayoria tranquilos, que es lo que hacemos los demas cuando algo nos molesta, cambiar de aires.

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  10. juanmariam ignorante, nadie afila navajas de esa manera... todo lo contrario, romperías la navaja. En esos lugares como en María la Brava tenemos las marcas de los carros de antaño.

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