martes, 30 de junio de 2009

Ver más allá de las narices. (Volvemos para quedarnos)

Aquí estamos otra vez, después de más de un mes de paréntesis en el que hemos cogido fuerzas para poder seguir ofreciendo una visión distinta de la actualidad salmantina, lo más participativa y abierta posible (con muchos fallos pero con la intención de corregirlos). Vamos a intentar no perder el ritmo. Hay muchas cosas que contar y algunas muy graves como la que os relatamos a continuación:

Muchos salmantinos se habrán preguntando si es ignorancia, necesidad, falta de sensibilidad u otro tipo de motivos lo que ha llevado a talar salvajemente todos los árboles de la calle Padre Cámara. Imagino que después de haber escuchado las estrambóticas y surrealistas declaraciones de ese señor que dice velar por los temas de Medio Ambiente en el ayuntamiento de Salamanca, habrán salido de dudas. Perdón por el tono, pero hacía tiempo que no escuchaba tal sarta de memeces: Que si los árboles tenían "poca vida real" (que vete tú a saber qué se querrá decir con eso) que si era necesario para renovar el saneamiento, que si los vecinos de la calle lo habían pedido, que si las ramas eran "peligrosas".... Toda una retahíla de tonterías que suponen un insulto directo a la inteligencia de los salmantinos. ¡Qué se puede esperar de alguien que todas las tardes permite que se coloque un contenedor de basura enorme a los pies de la catedral, la Casa de las Conchas o la Calle Compañía! Con seguridad ese señor no se habrá parado a ver el atardecer en la fachada de la Catedral Nueva los días de verano. Si así fuera ni se le hubiera pasado por la cabeza el plantar semejante mamotreto.

Como recuerdo, unas imágenes aéreas de Padre Cámara cuando estaba jalonada por enormes plátanos de sombra y castaños.


Ya no sé si es que algunos de nuestros gobernantes locales son unos completos ignorantes que aún no conocen el valor del verde urbano y el papel que juega el arbolado maduro en la ciudad (que manda narices que sean concejales de medio ambiente), si desconocen que las obras de reurbanización son perfectamente compatibles con el mantenimiento de los árboles, si son unos insensibles o si simplemente les importa un pimiento cargarse la ciudad. Creo que es un batiburrillo de todo: No ver más allá de las propias narices. Un mal desgraciadamente muy extendido, pero más grave aún cuando lo sufren aquellos que llevan las riendas de una ciudad que debería y tiene la capacidad de seguir un camino bien distinto que el que hasta ahora le han venido marcando.


Así se veía ayer Padre Cámara desde el cielo, tomando distancia (para todos aquellos incapaces de hacerlo a pie de calle) Una vía vulgar y más pelada que Los Monegros. "Gracias" a todos aquellos que han contribuido a que esto sea así.


Y ahora bajamos rápido hasta tocar el suelo para poder observar con detenimiento cuan salvaje puede llegar a ser el ser humano: Un tocón de más de medio metro de diámetro que otrora fue un enorme plátano de sombra que vio pasar gente bajo sus ramas durante más de setenta años. Un pequeño arbolito que apenas brotaba en la postguerra y que ha ido creciendo soportando vientos, lluvias, nieves, un fallido intento de golpe de estado, ascensos y descensos de la UDS, transiciones y alcaldes de todo signo político... Como para que vengan unos descerebrados un día de junio de 2009 y lo talen por "peligroso"


Desgraciadamente mucha gente sigue siendo incapaz de ver más allá de sus narices y el pobre árbol lo que recibe ahora es sus desperdicios. Apostaría lo que fuera que el o la que tiró su paquete de tabaco vacío ni siquiera se dio cuenta de que en Padre Cámara faltaba algo, algo importante.

4 comentarios:

  1. Es un crimen ecológico en una calle que podia hacerse semi peatonal, con aceras paseables bancos a la sombra de los plátanos, la calle no es de las que tiene mucho trafico, pero con el que tiene y sin los arboles estará mas contaminada, pues los arboles reduciría la contaminación y ayudaria a tener mejor ambiente para que los vecinos respiraran un aire mas oxigenado...

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  2. Lo primero, gracias por volver, se echaba de menos.
    En esta ciudad sobran politicuchos tala arboles

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  3. Encima el que lo ha ordenado (Migeul Blanco) es profesor de universidad

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  4. ¡¡Desastroso!!
    Pero... como siempre digo, y sintiendolo mucho, los Salmantinos tienen lo que se merecen.

    Un saludo.

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