martes, 18 de marzo de 2014

El derecho a la ciudad

¿Qué es esto de "El derecho a la ciudad"? Madre mía, qué tema tan complejo y qué poco capacitado me hallo para teorizar sobre él. Hace poco solicité a mis seguidores de Twitter que expusieran en 140 caracteres lo que para ellos es el "espacio público" y me sacudió una bofetada de prosaica y abstracta realidad que por otro lado esperaba. Prosaica por lo técnico de las respuestas: "Es el espacio gestionado por la administración pública" "Es el terreno de propiedad pública" "Las calles, lo que no es privado" y abstracta como la asunción e interiorización de un espacio compartimentado, cosificado y desprovisto de contenido hasta traspasar los límites de la alienación social. 

Os dejo un pequeño texto de David Harvey que espero que nos sirva para reflexionar sobre el tema que trataremos hoy: 

"Pero también pueden definirse nuevos derechos. Como el derecho a la ciudad, que no es, como decía al comienzo, el simple derecho a acceder a lo que los especuladores de la propiedad y los funcionarios estatales han decidido, sino el derecho activo a hacer una ciudad diferente, a adecuarla un poco más a nuestros anhelos y a rehacernos también nosotros de acuerdo a una imagen diferente.
La creación de nuevos espacios urbanos comunes, de una esfera pública con participación democrática activa, requiere remontar la enorme ola de privatización que ha sido el mantra de un neoliberalismo destructivo. Debemos imaginarnos una ciudad más inclusiva, aunque siempre conflictiva, basada no sólo en una diferente jerarquización de los derechos sino también en diferentes prácticas políticas y económicas. Si nuestro mundo urbano ha sido imaginado y luego hecho, puede ser re-imaginado y re-hecho. El inalienable derecho a la ciudad es algo por lo que vale la pena luchar. “El aire de la ciudad nos hace libres”, solía decirse. Pues bien: hoy el aire está un poco contaminado; pero puede limpiarse."

Ahí os lo dejo, tampoco quiero ponerme tostón, simplemente quería incidir en que el espacio que compartimos y en el que vivimos debería ser el fiel reflejo de los anhelos y necesidades de los individuos que lo habitamos, así como de nuestras frustraciones, esperanzas o conflictos, tanto individuales como colectivos. 

Para resumir, cuando hablo de "espacio público" mi intención no es ceñirme únicamente al marco físico o legal que determinan las reglas de la propiedad (en este caso pública) sino al lugar necesario para dar cabida a la complejidad de la vida en común en nuestras ciudades.


Y ahora dejad a un lado lo que acabáis de leer (sólo os pido que reflexionéis un poco sobre el tema) y volvamos a la realidad charra. Derecho a la ciudad... ¿De los que tienen voz? ¿De los que tienen dinero? ¿De quién?

Observemos el centro de Salamanca y el centro histórico de Madrid:


¿Qué es esto? me diréis ¿Qué son esos puntos y esos círculos rojos? Pues bien, los puntos rojos son los lugares en los que se localizan juegos infantiles y los círculos representan el "radio de acción" de estos espacios de juego, cubriendo aquellas zonas en las que un niño podría llegar caminando unos 250m hasta econtrar un sitio para jugar.

¿Qué chorrada no? Es el centro de una ciudad envejecida y ahí no viven tantos niños. Ya, pero por esa regla de tres, en el centro no debería haber ni discotecas, ni bares, ni terrazas, ni locales de comida rápida, ni Bershkas, ni Pimkies, ni aparcamiento para bicis, ni nada que no girara en torno a la actividad de los sectores más envejecidos de la población. El centro de la ciudad es el espacio en el que confluye y se da la mayor actividad urbana, el lugar que de alguna manera nos representa a todos, en el que nos encontramos, nos divertimos, nos manifestamos, nos queremos, nos odiamos, nos perdemos y nos encontramos... Eso sí, sólo los que podemos, o los que tenemos voz para hacerlo.

Es curioso ver a los comerciantes del centro achacar una y otra vez a la falta de aparcamientos la mala marcha de sus negocios, eso sí, en navidad se agrupan para poner en marcha ludotecas que faciliten las compras a papás y mamás ¿Cuándo se escucha la voz de los más pequeños? ¿Qué cauces tienen para hacerlo? ¿No han pensado que para un niño ir al centro de compras con sus padres es un PUTO COÑAZO? o que acompañarles mientras ellos se toman algo en una terraza es un tostón? ¿No han pensado que a lo mejor pierden clientela por no generar un lugar atractivo para el potencial consumidor? Mi sobrino no soporta bajar al centro de paseo o de compras ya que se aburre como una ostra pero no hace falta convencerle mucho para ir a un Mc Donald's y no precisamente por su comida, sino por sus toboganes y sus piscinas de bolas, así que es mucho más fácil acabar en un centro comercial que en el centro de Salamanca (y no precisamente por la falta de aparcamiento)  Las grandes compañías siempre han sabido lo que hacen. El Corte Inglés llegó a nuestra ciudad acompañado de una plaza en la que se localizan juegos infantiles y que los días de buen tiempo rezuma actividad. 

Lo que quiero decir es que si la ciudad diese respuesta y voz a TOD@S probablemente "funcionase" mejor, y que normalmente es infinitamente más barato y sencillo atender este tipo de demandas que a la larga benefician al conjunto de la sociedad. 

A lo mejor Madrid es una ciudad ajetreada, convulsa, estresada... pero tal vez esa hiperactividad queda mejor plasmada en un espacio público más inclusivo y diverso (a pesar de las barbaridades que en él se cometen, que son muchas) El centro de Salamanca no acaba de quitarse de encima esa pátina provinciana que limita su uso al de la contemplación, tanto de lo que nos rodea como de los que nos rodean. Es un lugar para ver y ser visto. Es la zona noble de la casa, ese salón-exposición lleno de muebles caros y antigüedades que no se usan pero que nos encanta enseñar a las visitas. 

Un recorrido por el centro de Madrid pone de manifiesto que tanto mayores como niños deben de contar con un espacio en el que crecer, experimentar, relacionarse y con el que identificarse ¿Con qué espacio de Salamanca relacionamos nuestra infancia? ¿Con la calle Toro? Me parece a mí que no, que nuestros recuerdos están en nuestra calle, en el parque de nuestro barrio, en el triángulo de canicas, en las chapas, en el barro mojado y el clavo... y cuando íbamos con nuestros padres hasta el centro no queríamos salir de los columpios de la Alamedilla aunque hubiese que hacer cola y contar hasta cincuenta entre turno y turno. 

Madrid:


Calle Fuencarral. Los juegos infantiles no quedan limitados a las plazas y los parques sino que se disponen también espacios en los propios paseos.

 Calle Espíritu Santo

 Plaza de Lavapiés

 Juegos infantiles junto a la parada de metro de Tribunal

 Juegos infantiles en la plaza del Campillo

 Plaza de Cristino Marcos, a los pies de la calle Princesa y junto a la mismísima Plaza de España

 Juegos infantiles en la Plaza de la Luna. Al fondo, la Plaza de Callao y la Gran Vía.

 Plaza de las Comendadoras en la zona de Conde Duque

 Plaza de Olavide, en pleno distrito de Chamberí

 Plaza de Vazquez de Mella, en Chueca, junto a la Gran Vía

Plaza de Santa Ana

Y aquí os dejo mi sencilla y barata propuesta para hacer del centro de Salamanca un lugar más atractivo para los más pequeños (una pena que ellos no voten, porque si no, otro gallo nos cantaría) y por extensión para sus papás y para aquellos comerciantes del centro que sólo piensan en el coche:


Bastarían SIETE localizaciones de juegos infantiles para cubrir prácticamente la totalidad del centro de nuestra ciudad:
1-Plaza del Campillo
2-Plaza de los Bandos
3-Plaza de Santa Eulalia
4-Plaza de San Cristobal
5-Plaza de Colón
6-Vaguada de la Palma
7-Calle Rosario

No sería ni caro, ni difícil resolver este problema:

 Pequeña zona de juegos infantiles en la Calle Rosario

 Área de juegos infantiles en la Plaza de Santa Eulalia (de próxima remodelación)

Posible zona de juegos infantiles en la Plaza de San Pablo

Y para rematar os dejo con una cación que no tiene que ver nada con el tema pero que en su día me gustaba:




Se esperan opiniones:

sábado, 8 de marzo de 2014

Más espacios compartidos


Hace unas semanas os hablaba del concepto "espacio compartido" Aquí y aquí y la posibilidad de ser aplicado en pequeñas calles de barrio de muy baja densidad de tráfico, tanto rodado como peatonal. A algunos os pareció buena idea pero otros me hablabais de los peligros de localizar en un mismo espacio coches y peatones, los posibles atropellos, la inseguridad y el peligro que ello debía suponer. Os puse ejemplos de otras ciudades pero al tratarse de la "civilizada Europa" considerasteis que no se podrían transponer a nuestro país y mucho menos a nuestra ciudad.

Lo que intentaba deciros es que no es tanto la actitud o el civismo del ciudadano lo que determina el éxito de este modelo (que también) sino las características del modelo en sí. En un entorno en el que las señales y las preferencias no están claras uno no acelera el paso salvo que sea un cafre o un kamikaze. Al desaparecer los semáforos, las señales de preferencia de paso, los pasos de peatones, las marcas viales... y unificar el pavimento generando una aparente situación de descontrol, peatones, ciclistas y automovilistas SE VEN OBLIGADOS A NEGOCIAR, se fomenta el CONTACTO VISUAL, y se CALMA EL TRÁFICO RODADO.

Y hablaríamos de todo esto en un espacio diseñado ad hoc, pero me gustaría enseñaros cómo la "confusión" y el no tener clara la preferencia de paso o por el contrario, tener clara la presencia de peatones, puede convertir un "peligroso" cruce de avenidas en un lugar en el que el tránsito no se detiene pero discurre en igualdad de condiciones. Y todo esto en un lugar sin una preparación urbanística adecuada y que se sigue guiando por la señalización y segregación tradicional.

Sí, sé perfectamente que se trata de una ocasión puntual y especial y que no estamos hablando de un lunes a las siete de la tarde pero sólo pretendo que os fijéis cómo coches y peatones pueden interactuar de una forma más humana cuando no saben "quién manda" en el espacio urbano. Desde el momento en el que dejamos claro que el vehículo privado es el rey en la ciudad, estamos perdidos.

Vuelvo a repetirlo, para que se me entienda. No estoy queriendo decir que haya que aplicar este modelo ahí mismo, ni en la Plaza de España, ni en la Avenida de Mirat... Sólo quiero decir que si un cruce de esta entidad puede funcionar de manera puntual como se ve en las imágenes, es evidente que una pequeña calle de barrio en la que peatones, ciclistas y automovilistas compartieran espacio y diseñada para este fin, con los elementos adecuados para calmar el tráfico, no tendría por qué generar ningún conflicto o problema de seguridad, sino al contrario.




Comentarios, puntualizaciones, sugerencias, discrepancias, troleo... Casi todo es bien recibido.

Y para los que nos perdimos el concierto de "León Benavente" el jueves pasado, os dejo esto: