sábado, 15 de junio de 2013

HACER DIFICYL LO FACYL

Como en esta ciudad somos muy dados a la mala baba y a la crítica destructiva, unos campeones lanzando piedras contra nuestro propio tejado y los reyes del pesimismo, he decidido que voy a hablar del FACYL, tema polémico donde los haya en una Castilla y León y en una Salamanca poco receptivas con la vanguardia, pero no por nada en especial, sino por tratarse de una comunidad autónoma muy envejecida, carente de grandes ciudades y de una masa crítica hipster-gafapastil lo suficientemente abultada como para generar y "consumir" raruneces varias.

Muy lejos quedan ya aquellos Festivales de las Artes de Castilla y León que pretendían convertirse en una referencia internacional y lograr un nombre en los circuitos culturales europeos tomando como referencia Avignon o Edimburgo. De aquel evento que nació con un presupuesto como para hacer maravillas en aquella España a la que parecía sobrarle el dinero, hemos pasado a una suerte de minifestival indefinido, provisional, moribundo, sin rumbo y que pasa sin pena ni gloria ya no a nivel estatal o regional, sino local.

Ya sé que corren tiempos difíciles y mucho más para el mundo de la cultura y que las administraciones públicas tienen otras prioridades, pero creo que el fracaso del FACYL no se debe tanto a su famélico presupuesto (que también) como a su falta de imaginación, implicación de la ciudadanía, definición, especialización y sensibilidad con la propia realidad social de Salamanca. 

Como lo que pretendo no es poner a parir al evento sino aportar lo que creo que mejoraría este festival que considero muy necesario y fundamental en la programación cultural de Salamanca, dejaré aquí mis propuestas, que no sé si serán o no factibles y acertadas viniendo de alguien ajeno a este mundillo.

-Fechas

No creo que lo más adecuado en una ciudad universitaria como Salamanca sea celebrar el FACYL haciéndolo coincidir con la época de exámenes. Si una pequeña ciudad como la nuestra tiene capacidad como para acoger este tipo de eventos es precisamente por contar con una amplia población flotante estudiantil a la que estamos dejando fuera. 

¿Por qué no llevarlo al verano? Si lo que pretendemos es darle cierta relevancia internacional lo lógico sería presentarlo como un atractivo más para esos miles de estudiantes de español que llegan a Salamanca  cada año, que cuentan con un alto poder adquisitivo y que también buscan una oferta de ocio atractiva. Parece que en esta ciudad nos cuesta ofrecer una programación cultural INTEGRADA que englobe a administraciones, universidades, programadores privados y grupos y asociaciones culturales de la ciudad.

Definitivamente creo que FACYL debería ser algo así como una fiesta fin de curso para los universitarios que acaban de terminar sus exámenes, de bienvenida para todos aquellos que llegan a Salamanca a aprender español y todo esto no tendría por qué estar reñido con la participación del resto de la ciudadanía.

Tampoco hay que dejar de lado el tema climatológico; el mayo salmantino no se caracteriza precisamente por su estabilidad y buen tiempo.

-Programación

Aunque parece haberse centrado en el tema musical, el FACYL parece querer seguir tocando todos los palos sin perder calidad y eso con cuatro euros es realmente complicado, por no decir imposible. Creo que está bien que se haya optado por potenciar la música pero  le falta una vuelta de tuerca más. Música, sí, pero con qué criterio, siguiendo qué línea de programación, centrándonos en qué ¿Cómo puede hacerse notar este festival más allá de los límites del barrio Garrido si no ofrece nada específico que anime a alguien a desplazarse a Salamanca para ver "qué se cuece"? Difícilmente se puede abrir un hueco en el circuito internacional un festival que a nivel musical puede resumirse en un concierto de relativo relumbrón, un par de conciertos con cierto tirón a nivel nacional y una pincelada de música independiente, de gran calidad, sí, pero que puedes ver cualquier jueves en una sala de Malasaña. 

Basta echar un vistazo a las publicaciones especializadas en temas musicales para darse cuenta de que el FACYL poco o nada tiene que hacer ya no digo al lado del Primavera Sound o el FIB, sino de otros eventos celebrados en nuestra propia región como el Sonorama, del que podríamos aprender un poquito. Pero claro, es que el FACYL es el FACYL y no es un festival musical aunque se centre en la música. El FACYL es... un popurrí de conciertos, conferencias, alguna obrita de teatro por aquí, un par de exposiciones y algo de teatro de calle concentrado nada más y nada menos que en seis días. 

¿Por qué no ver el FACYL como el verano de Salamanca? "FACYL SOUND" Un fin de semana que da inicio al festival, con un buen cartel, con Heineken, El Corte Inglés, RNE3 o quien sea detrás, pero con un anuncio completo en página impar en la Mondo Sonoro de Junio. Y ya está; una programación musical pop-rock-alternativa de calidad centrada en DOS DÍAS. La traca inicial, con conciertos de pago, conciertos gratuitos en la plaza, conciertos en las salas de la ciudad, en los bares, en los barrios, en espacios singulares, conciertos programados, conciertos sorpresa, micros abiertos, conciertos de grupos locales, con abonos para los dos días, para un día solo... 

Y después del "FACYL SOUND" tendríamos el "FACYL JAZZ" que no sería otra cosa más que cambiar el nombre del programa de "jazz en la calle" que se celebra todos los veranos y "venderlo" dentro del FACYL. y al FACYL SOUND Y FACYL JAZZ se les sumaría el FACYL NOCHES DEL FONSECA, FACYL PLAZAS Y PATIOS, FACYL BARRIOS, EXPOFACYL (Que englobe toda la programación expositiva veraniega) ENTHNOFACYL, que aglutine toda la programación de Etnohelmántica o incluso FACYL STREET integrando el festival internacional de artes de calle que se celebra durante las fiestas y que al igual que se va a hacer con Etnohelmántica este año, tal vez tendría más protagonismo fuera de las actividades de las fiestas patronales. O... ¿Por qué no? FACYL FOOD que sume a ese concurso de pinchos que ha pasado sin pena ni gloria  propuestas gastronómicas en restaruantes y bares de la ciudad, con exhibiciones y degustaciones en el mercado central que se mezclen a su vez con esos conciertos, espectáculos y actividades de calle, que animen a la gente a comprar en los puestos, que presenten nuestras denominaciones de origen... Un poco de imaginacion siempre es más eficaz que el dinero. 

¿Se nos ha disparado el presupuesto? Pues no debería. ¿Hemos logrado hacer de Salamanca una "ciudad FACYL" durante el verano? Pues probablemente. 

Se esperan opiniones. Os dejo con una canción viejuna pero que ha sido mi banda sonora durante esta semana: