lunes, 25 de agosto de 2008

El más necesario.

Siempre es igual: Primero se piensa en el coche, después en el coche y luego en el coche. Nuestra sociedad carga con esa rémora, no sé si fruto del desarrollo relativamente rápido de nuestro país que hace que nos sigamos comportando como "nuevos ricos" o simplemente por dejadez, por no cuestionarnos qué tipo de ciudades queremos o cómo queremos movernos por ellas.
Este es uno de los ejemplos más ilustrativos que podemos dar: La entrada sur al puente Enrique Estevan. Aun no me cabe en la cabeza que la circulación en ese punto se plantee ajena al tránsito de peatones, a los que se impide seguir un itinerario paralelo al río y se les obliga a dar rodeos estrambóticos de centenares de metros, pues nadie se ha preocupado de algo tan sencillo y necesario como el COLOCAR UN PASO DE PEATONES EN UNO DE LOS LUGARES MÁS NECESARIOS DE LA CIUDAD.
Eso sí: El acceso al puente para el vehículo privado desde la carretera de Madrid o desde "El triángulo" está perfectamente diseñado y tratado con especial mimo: Glorietas de grandes radios y varios carriles, salidas y entradas con tramos de aceleración y deceleración, grandes señales en pórticos y banderolas que indican cómo y por dónde tienen que acceder al centro de la ciudad, carriles de más de tres metros y medio de ancho para que la señalización de "prohibido circular a más de 50Km/h" sea un chiste que nadie respeta... (Luego pasa lo que pasa. Y encima nos llevamos las manos a la cabeza)
La vista aérea muestra lo ridículo del tema: Los peatones no pueden disfrutar del río de su ciudad, pero los coches disponen de algo parecido a una autopista que discurre en paralelo al curso del agua, ajena a la vida urbana, autista e innecesaria (Al menos tal como está planteada hoy)


Esto es lo que nos encontramos si queremos seguir caminando en paralelo al río. Creo que la foto lo dice todo. O te juegas la vida cruzando por las bravas o te adentras por las minúsculas aceras de un puente que todavía nadie ha tenido las suficientes narices de restringir su uso al transporte público y al tránsito peatonal... Creo que los mismos vecinos de San José pondrían el grito en el cielo. Pero bueno, también se puso el grito en el cielo cuando peatonalizaron las calles Toro y Zamora. Todo es ponerse y fijarnos en lo que se está haciendo en otros países que nos llevan años de ventaja en materia urbanística.

2 comentarios:

  1. Muy bueno tu blog, sin seguidismo pero denunciando lo que nadie,bien por desiria bien por conveniencia no hace.Yo como ya me largaron de Salamanca hace agnos, desconozco la mayoria de las cosas, lo unico que se porque me toca vivirlo, es la dejadez y el abandono que sufrimos en todos los ambitos.Saludos.

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  2. No me había dado cuenta. Tienes toda la razón. Y se supone que un paso de cebra no cuesta nada ¿no?

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